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Hoy, hay muchas noticias provenientes de la dirección de Borova.
Aquí, la Tercera Brigada de Asalto de Ucrania llevó a cabo una operación innovadora utilizando drones FPV junto con drones kamikazes terrestres para atacar posiciones fortificadas de la infantería rusa. Esto provocó el pánico entre las tropas rusas y permitió a los ucranianos recuperar territorio sin siquiera poner un pie en el terreno.
La Tercera Brigada de Asalto de Ucrania, ahora la principal formación del Tercer Cuerpo de Ejército de Ucrania tras su reciente reestructuración, opera en la dirección de Borova y participa frecuentemente en operaciones ofensivas en todo el sector. Reconocida por su experiencia en combate, la brigada colabora estrechamente con unidades locales, demostrando una planificación excepcional, precisión táctica y métodos de asalto avanzados que marcan el estándar de la guerra moderna.
Este estatus se confirmó recientemente con un logro sin precedentes: ejecutaron el primer asalto exitoso del mundo realizado exclusivamente con drones aéreos y terrestres, capturando posiciones controladas por los rusos sin desplegar infantería.
Durante el asalto, los drones FPV atacaron primero las fortificaciones enemigas, causando graves daños y sembrando el pánico entre las tropas defensoras. Después, vehículos terrestres no tripulados cargados con potentes explosivos avanzaron hacia los parapetos rusos ya debilitados. Al detonar el primer dron, cargado con minas antitanque, los soldados rusos comprendieron la amenaza inminente de muerte y rápidamente improvisaron un cartel de cartón para señalar su rendición. Sin soldados ucranianos presentes físicamente para enfrentarlos, las tropas enemigas quedaron indefensas ante esta innovadora ofensiva compuesta únicamente por drones.
Tras su rendición, los soldados rusos sobrevivientes fueron guiados por un dron aéreo directamente hacia las líneas ucranianas, donde fueron tomados prisioneros sin ofrecer resistencia.
Poco después, la infantería ucraniana entró con calma y aseguró las posiciones capturadas, incluyendo zonas boscosas cercanas, sin disparar un solo tiro ni derramar sangre ucraniana. Los oficiales de la Tercera Brigada de Asalto destacaron el enorme valor táctico de esta operación, subrayando que esas posiciones habían resistido previamente asaltos convencionales de unidades ucranianas vecinas. El éxito logrado únicamente mediante la guerra con drones marcó un punto de inflexión crucial.
La lógica táctica detrás del uso combinado de drones aéreos y terrestres es sencilla pero eficaz. Mientras los drones aéreos sobresalen en tareas de reconocimiento, identificación de objetivos y ataques de precisión, los vehículos terrestres no tripulados ofrecen capacidades complementarias gracias a su mayor capacidad de carga, mejor ocultamiento y aproximación a nivel del suelo.
Los drones terrestres ucranianos, muchos de ellos asequibles y de producción nacional, pueden transportar explosivos mucho más pesados que los drones aéreos, lo que los hace ideales para romper posiciones enemigas reforzadas o realizar ataques destructivos desde un ángulo inesperado. Además, los drones terrestres ofrecen un apoyo versátil en el campo de batalla: más allá de su función ofensiva, pueden servir para evacuar heridos, transportar suministros o incluso desplegar minas a distancia.
El más reciente avance de Ucrania, el dron terrestre Termit, ilustra perfectamente estas capacidades. Se trata de un sistema robótico sobre orugas, altamente móvil, capaz de transportar hasta 300 kilogramos. Su chasis de perfil bajo y su sistema de orugas aseguran un desplazamiento fluido por distintos tipos de terreno, y su batería potente le permite operar de forma remota durante varias horas y a grandes distancias. Esta versatilidad le permite funcionar como sistema kamikaze, vehículo de evacuación médica, portador de módulos de combate o unidad de reabastecimiento. Estas tecnologías aumentan la flexibilidad táctica de Ucrania y reducen significativamente la exposición de la infantería a amenazas letales en el frente.
La Tercera Brigada de Asalto sigue liderando la innovación en el campo de batalla, marcando una evolución notable en las operaciones de combate. Aunque los drones ya se usaban ampliamente para debilitar posiciones enemigas, realizar reconocimientos y misiones de apoyo, la captura exitosa de territorio enemigo únicamente mediante drones representa una nueva era en las operaciones terrestres. Ante las continuas limitaciones de personal y la necesidad crítica de minimizar las bajas humanas, los asaltos con drones ofrecen ventajas invaluables.
En resumen, este revolucionario asalto ucraniano realizado únicamente con drones probablemente marca un momento clave en la historia de la guerra moderna y seguirá moldeando su futuro. Resalta el compromiso de Ucrania con la innovación tecnológica continua bajo las extraordinarias presiones de la guerra. Los desarrolladores y técnicos militares ucranianos trabajan incansablemente para mejorar las capacidades de drones y sistemas robóticos, buscando soluciones innovadoras para contrarrestar la superioridad numérica de Rusia y las amenazas cambiantes del campo de batalla.
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