¡Ruskis desesperados usan estrategia kamikaze para destruir búnkeres!
Los combates en la zona de Lyman han entrado en una nueva y alarmante fase, marcada por una creciente desesperación en el bando ruso. Los avances estancados, el caos logístico y las pérdidas devastadoras han empujado a las fuerzas rusas a tácticas cada vez más imprudentes y autodestructivas. Lo que se desarrolla aquí no es solo un fracaso militar, sino un sombrío reflejo del colapso estructural más profundo del esfuerzo bélico ruso. Desde cargas suicidas improvisadas hasta violencia brutal contra civiles, los signos del desmoronamiento de la disciplina y la estrategia son imposibles de ignorar. Esta situación ofrece una cruda visión del verdadero coste de la ofensiva estancada de Rusia y del peaje humano de sus persistentes errores de cálculo.
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