La expansión masiva de la defensa aérea fortalece la resiliencia de Ucrania frente a los ataques de misiles rusos.
Ucrania entra en una fase crítica de su planificación de defensa a largo plazo, pasando de la improvisación de guerra a corto plazo a la construcción de una fuerza aérea moderna integrada con Occidente. A medida que los ataques rusos con misiles y drones siguen poniendo a prueba los sistemas soviéticos obsoletos, Kyiv prioriza plataformas avanzadas capaces de ofrecer protección inmediata y estabilidad estratégica duradera. Este cambio refleja una transformación más amplia en la concepción militar de Ucrania: el poder aéreo ya no se considera un elemento de apoyo, sino el núcleo de la disuasión futura y del éxito operativo. Las asociaciones con Francia y Suecia indican un movimiento decisivo hacia capacidades según los estándares de la OTAN, respaldado por una cooperación industrial y tecnológica profunda. Estas decisiones también anticipan un entorno de seguridad posbélico en el que Ucrania deberá mantener de forma independiente la superioridad aérea y proteger infraestructuras críticas. En conjunto, estos desarrollos muestran un país preparándose para la resiliencia a largo plazo, la integración regional y una posición fundamentalmente más fuerte en el cambiante panorama de seguridad europeo.

0 Comentarios