El Doble Juego De Moscú En Sudán Se Desmorona

La guerra en Sudán se ha convertido en un conflicto alimentado por el oro, donde controlar las minas equivale a controlar la supervivencia. Mientras las Fuerzas de Apoyo Rápido construyen una economía paralela basada en el contrabando de lingotes, potencias extranjeras se ven arrastradas a un comercio turbio que sostiene la violencia. La principal de ellas es Rusia, que ha intentado jugar en ambos bandos: armando al gobierno mientras facilita discretamente las redes de intercambio de oro por armas de los rebeldes. Este equilibrio precario prometía una vez influencia estratégica, especialmente sobre los puertos vitales de Sudán. Pero a medida que se erosionan las confianzas y se rompen las alianzas, el doble juego de Rusia corre el riesgo de colapsar bajo sus propias contradicciones. La pregunta ya no es si pagará un precio por su duplicidad, sino cuán alto será ese precio.