Los rusos pierden en masa sistemas de artillería termobárica ante un intenso fuego de contrabatería
Pokrovsk se encuentra ahora en el centro de uno de los enfrentamientos más intensos de la guerra. El mando ruso está intentando desgastar las defensas ucranianas mediante un bombardeo abrumador, con el objetivo de crear condiciones para la infiltración en lugar de una ruptura rápida. Esta estrategia se basa en destruir puestos de observación, cegar a los operadores de drones y derrumbar posiciones defensivas antes de que pequeños grupos de asalto avancen entre las ruinas. Sin embargo, este enfoque también obliga a los sistemas de artillería rusos a operar más cerca del frente, exponiéndolos a los drones ucranianos, a las municiones de precisión y al fuego contrabatería. A medida que ambos bandos intensifican el uso de drones de reconocimiento y ataque, la batalla se convierte en una competencia para ver quién puede localizar y eliminar la potencia de fuego enemiga primero. El resultado en Pokrovsk no solo determinará el control local — definirá el ritmo y la naturaleza de las operaciones ofensivas en todo este sector.

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