Hoy llegan numerosas noticias desde la dirección de Sumy.
Allí, después de que los comandantes rusos obligaran a sus tropas a lanzarse a una carnicería en los campos, empezó a dar frutos una estrategia ucraniana de mayor alcance. Con las reservas rusas ubicadas demasiado lejos del frente como para intervenir, las fuerzas ucranianas ejecutaron una brillante maniobra de pinza que obligó a los rusos a retroceder de otro asentamiento más, en un momento en que la ofensiva rusa en la región de Sumy parece haberse detenido por completo.

Como se recordará de informes anteriores, tras debilitar las posiciones rusas con ataques aéreos precisos, las fuerzas ucranianas lanzaron exitosos contraataques multidireccionales, retomando con rapidez la localidad de Andriivka. El objetivo de esta ofensiva ucraniana es claro: interrumpir el impulso ofensivo ruso, frenarlo y explotar las vulnerabilidades resultantes. Al preservar su poder de combate para golpes quirúrgicos e infligir el máximo daño posible a las unidades rusas, los comandantes ucranianos están retomando la iniciativa de forma controlada y debilitando al enemigo de manera sistemática.

Decididos a recuperar la iniciativa, los comandantes rusos ordenaron inmediatamente repetidos contraataques para recapturar Andriivka. Sin embargo, y aparentemente basándose en inteligencia defectuosa, las tropas rusas no sabían que las fuerzas ucranianas ya habían asegurado completamente el asentamiento. En lugar de encontrar fuerzas amigas en el terreno, las unidades rusas cayeron en una trampa. Como resultado, los asaltos rusos se convirtieron rápidamente en fracasos catastróficos.

Imágenes geolocalizadas mostraron los campos que rodean Andriivka llenos de cadáveres rusos y motocicletas en llamas, clara evidencia del alto precio pagado por unos ataques tan imprudentes como mal planificados. No solo drenaron aún más la ya debilitada mano de obra rusa, sino que además no lograron ningún avance tangible, agravando el atolladero operativo en el que se encuentra Rusia.


Las dificultades rusas se intensificaron aún más con la campaña ucraniana de ataques de precisión contra concentraciones de tropas en retaguardia, puestos de mando y centros logísticos. Estos golpes no solo causaron bajas considerables, sino que obligaron a los comandantes rusos a posicionar sus reservas mucho más lejos de la línea del frente. Pero al hacerlo, también quedaron fuera del alcance de los drones ucranianos de reconocimiento, lo que imposibilitó una reacción rápida ante los acontecimientos sobre el terreno, favoreciendo así los movimientos tácticos ucranianos. Tras las devastadoras pérdidas sufridas en los campos alrededor de Andriivka, las unidades rusas cercanas al frente se quedaron sin suficientes efectivos y sin refuerzos inmediatos para estabilizar sus posiciones.

Al reconocer esta ventana de oportunidad y la vulnerabilidad del enemigo, las fuerzas ucranianas actuaron con decisión. Con las reservas rusas muertas o demasiado lejos para intervenir a tiempo, Ucrania aprovechó la ventaja y lanzó ataques coordinados con drones, artillería HIMARS y aviación sobre las concentraciones de tropas rusas en Kindrativka. Los drones ucranianos localizaron sistemáticamente a las agrupaciones de infantería rusa y las eliminaron, mientras que los precisos impactos de HIMARS destruyeron fortificaciones y depósitos de municiones. Bombardeos aéreos con bombas AASM Hammer impidieron cualquier movimiento seguro de refuerzos, neutralizando toda resistencia organizada dentro de Kindrativka y bloqueando la posibilidad de que los soldados rusos sobrevivientes encontraran refugio entre las ruinas.

Una vez rota la resistencia en Kindrativka, los comandantes ucranianos lanzaron un asalto relámpago para retomar la localidad. Desplegaron rápidamente unidades en una maniobra de pinza para cortar las rutas de refuerzo rusas, impidiendo que otras unidades enemigas llegaran a auxiliar a los soldados atrincherados. Simultáneamente, equipos de asalto ucranianos penetraron en el asentamiento, registrando casa por casa y limpiando los sótanos de combatientes rusos aislados. En cuestión de horas, Ucrania aseguró el control total sobre Kindrativka, enfrentando una oposición mínima y consolidando su dominio sobre esta localidad de importancia estratégica.

En conjunto, la recuperación de Kindrativka representa un hito clave dentro de la estrategia ucraniana para frenar la ofensiva rusa en la región de Sumy. Al recuperar este asentamiento fronterizo, Ucrania interrumpió gravemente la logística rusa y los ciclos de rotación de tropas, frustrando así el objetivo de Moscú de establecer control de fuego mediante drones y artillería sobre la capital regional, Sumy. Aprovechando las debilidades rusas generadas por los golpes anteriores, Ucrania ha logrado rupturas tácticas cuidadosamente planificadas, obligando a Rusia a sufrir pérdidas insostenibles y generando caos operativo. El éxito estratégico en Kindrativka demuestra la capacidad de Ucrania para emplear fuego de precisión y maniobras ágiles de guerra, desmantelando sistemáticamente los avances rusos y generando condiciones favorables para futuras acciones de contraofensiva.

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