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Hoy hay grandes noticias desde el este de Ucrania.
Aquí, mientras los rusos están a punto de lanzar su ofensiva de verano en múltiples frentes, los ucranianos están iniciando una campaña de verano propia, dirigida contra activos militares y logísticos clave de Rusia. Utilizando misiles y drones de largo alcance, Ucrania pretende causar el mayor daño posible en el momento más importante: justo antes de que los rusos logren acumular suficientes fuerzas y equipos para abrumar al ejército ucraniano.
En una de las operaciones más significativas de los últimos tiempos, las fuerzas ucranianas atacaron con éxito la sede del 8.º Ejército de Armas Combinadas de Rusia en la ciudad de Donetsk, bajo control ruso. Utilizando misiles Storm Shadow combinados con drones, los ucranianos agotaron primero las defensas aéreas rusas antes de destruir por completo el enorme cuartel general.
Según informes de medios locales y residentes, el edificio fue reducido hasta los cimientos, con grupos completos de personal ruso muerto siendo retirados de forma continua. Entre los fallecidos confirmados se encuentra uno de los objetivos principales: el coronel Ruslan Goryachkin, comandante del 8.º Ejército de Armas Combinadas de la Guardia, quien tenía control absoluto sobre todas las fuerzas rusas operando desde Velyka Novosilka hasta Pokrovsk, y es considerado responsable de las únicas ganancias significativas logradas por Rusia desde principios de 2024. Su eliminación tendrá un impacto enorme en los preparativos rusos y en las futuras operaciones ofensivas, ya que los rusos se preparan para la mayor operación lanzada desde el inicio de la invasión hace más de tres años.
Simultáneamente, Ucrania llevó a cabo una extensa operación con drones en Luhansk ocupado, destacando su enfoque de ataque en capas múltiples. Más de 20 drones atacaron instalaciones logísticas rusas durante la noche, provocando incendios extensos en toda la ciudad.
Aunque funcionarios rusos afirmaron haber interceptado 35 de los 40 drones, las imágenes contradicen esta versión, mostrando incendios masivos en un depósito de petróleo clave y mucho más de cinco drones alcanzando objetivos rusos. El jefe del Centro de Contrarresto de la Desinformación de Ucrania, Andriy Kovalenko, subrayó que la logística rusa en el Luhansk temporalmente ocupado está en llamas, lo que pone de relieve la intención de Ucrania de desmantelar sistemáticamente la infraestructura que sostiene las operaciones rusas en el frente.
Estas operaciones ocurren mientras Rusia se prepara para una ofensiva a gran escala que abarcará múltiples frentes: desde Sumy hasta Jersón, Donetsk y Zaporiyia. Consciente de su desventaja numérica en personal de primera línea, Ucrania debe confiar en desmantelar con precisión las capacidades de combate rusas antes de que la ofensiva tome impulso. Al atacar centros logísticos, puestos de mando y depósitos de munición, Ucrania busca imponer retrasos críticos y pérdidas por desgaste en los preparativos rusos. Cada retraso beneficia significativamente a Ucrania, permitiéndole reforzar sus defensas y acortar la ventana de éxito rusa debido al tiempo limitado de condiciones climáticas favorables.
Además, forzar a Rusia a lanzar asaltos prematuros sin una preparación adecuada debilita sustancialmente su eficacia operativa, dejando vulnerables a quienes atacan frente a los experimentados operadores de drones y unidades de artillería de Ucrania, incapaces de romper las líneas defensivas.
La campaña de ataques de Ucrania también sigue interrumpiendo la logística ferroviaria rusa, vital para sostener las operaciones ofensivas. Como se recuerda, los operadores de drones ucranianos han golpeado repetidamente puntos críticos de suministro ferroviario en Zaporiyia, dificultando significativamente los esfuerzos rusos de reabastecimiento. Además, especialistas cibernéticos ucranianos desactivaron temporalmente servicios clave de los Ferrocarriles Rusos en Vorónezh, paralizando la gestión logística en el norte. Complementando esto, los servicios de seguridad ucranianos han coordinado varias operaciones de sabotaje directo, incendiando una locomotora de carga en Sarátov y volando una vía férrea en Vorónezh, lo que demuestra la capacidad de Ucrania para operar dentro del territorio ruso.
Los ucranianos también han atacado un importante depósito de munición militar ruso en el Krai de Zabaikalie, cerca de Velikaya Tura, provocando explosiones de gran magnitud durante horas.
Si bien los funcionarios rusos intentaron minimizar el evento, los testimonios indican decenas de detonaciones secundarias, lo que apunta a otra exitosa operación de sabotaje ucraniana. En la región de Rostov, drones ucranianos atacaron la estratégica instalación Atlas, parte del sistema de reserva estatal de Rusia, responsable de almacenar y distribuir combustible, lubricantes, alimentos y equipo tecnológico esencial para operaciones militares sostenidas. Datos satelitales confirmaron incendios de gran escala que arrasaron el sitio.
En conjunto, el enfoque de Ucrania se basa en contrarrestar la ventaja numérica rusa mediante la identificación, seguimiento y ataque a activos logísticos militares rusos clave. Estas operaciones precisas maximizan el daño a las capacidades enemigas, utilizando de manera eficaz el armamento de alta precisión limitado de Ucrania. Mientras tanto, el país sigue desarrollando su tecnología de drones, mejorando el alcance y aumentando las tasas de producción mensual.
Este enfoque sistemático permite a Ucrania mantener y ampliar la presión, socavar eficazmente los preparativos rusos y debilitar críticamente su capacidad para lanzar una ofensiva de verano coordinada y a gran escala. Esto significa que los soldados ucranianos podrán contrarrestar con mayor eficacia los asaltos rusos debilitados, cambiando la dinámica del campo de batalla a favor de Ucrania.
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