Hoy llegan importantes actualizaciones desde la dirección de Pokrovsk.
Aquí, unidades de sabotaje rusas se infiltraron por una brecha en las defensas ucranianas en las afueras de Pokrovsk, tomando el control de edificios y lanzando emboscadas contra unidades ucranianas que pasaban por la zona. Sin embargo, las fuerzas ucranianas de reacción rápida respondieron de inmediato, despejando a los infiltrados antes de que Rusia pudiera explotar la ruptura.

Al sur de Pokrovsk, unidades rusas de reconocimiento y sabotaje lograron infiltrarse en las afueras del pueblo a través de Zvirove, aprovechando una escasez momentánea de infantería ucraniana que creó una gran brecha en la línea del frente. Aprovechando el terreno local, como la zona del terrikon, estos infiltrados organizaron emboscadas contra vehículos de patrulla ucranianos y se atrincheraron en varias casas de Pokrovsk.

Sin embargo, el mando ucraniano respondió con rapidez desplegando unidades de reacción rápida e iniciando urgentemente operaciones de limpieza para neutralizar a los infiltrados y eliminar esta amenaza repentina.

Aun así, pequeños grupos enemigos continuaron sus intentos de infiltración, principalmente de noche, con el objetivo de asegurar posiciones dentro del perímetro urbano hasta que llegaran refuerzos.

Para contrarrestar estas amenazas persistentes, las fuerzas ucranianas han intensificado la vigilancia con drones sobre las principales rutas de infiltración. La 47ª Brigada de Asalto Independiente publicó imágenes que muestran ataques con drones neutralizando con éxito a infantería enemiga cerca de Zvirove.

Tras esta infiltración, los rusos parecían momentáneamente listos para lanzar un asalto directo sobre Pokrovsk, pero su reacción fue curiosamente tardía. No estaban preparados para explotar la repentina ruptura en las líneas, lo que les hizo perder la breve ventana de vulnerabilidad ucraniana. Cuando las fuerzas rusas lograron reunir efectivos para un ataque organizado, los ucranianos ya habían reestablecido la defensa, obligando a los rusos a comenzar de nuevo con ataques exploratorios preliminares. Uno de estos intentos involucró un grupo de asalto de infantería montado en motocicletas desde Shevchenko, pero operadores de drones FPV ucranianos los detectaron y eliminaron rápidamente antes de que pudieran salir siquiera de su zona de reunión.

Sin dejarse disuadir, los comandantes rusos intentaron un asalto mecanizado, el primero en meses en esta área, también desde la zona de Shevchenko, empleando tres vehículos blindados. Equipos de artillería y drones ucranianos respondieron con rapidez, destruyendo los blindados en campo abierto, aprovechando su vulnerabilidad sin cobertura.


Los rusos incluso se atrevieron a acercar una pieza de artillería termobárica TOS-1 al frente, un sistema de artillería inmensamente poderoso pero con un alcance inferior a los 4 kilómetros, lo que permitió a los ucranianos destruir fácilmente este valioso recurso ruso.


Un factor significativo que contribuye a estos intentos rusos desorganizados e ineficaces es la estrategia ucraniana de ataques operacionales dirigidos, que ha interrumpido gravemente la logística y las estructuras de mando rusas. Ataques con misiles HIMARS ucranianos apuntan sistemáticamente a concentraciones de tropas en Donetsk y sus alrededores, reduciendo de forma efectiva el personal disponible mucho antes de que las tropas se desplieguen al frente. Estos ataques disminuyen drásticamente la preparación operativa rusa y generan un caos logístico, dejando a los comandantes luchando por reunir soldados para los asaltos.

Aún más, las fuerzas ucranianas ejecutaron recientemente un devastador ataque de precisión contra el cuartel general del 8.º Ejército de Armas Combinadas de la Guardia de Rusia en Donetsk. Como se mencionó en un informe anterior, el primer ataque exitoso eliminó al único comandante ruso que había logrado avances reales en el último año. Ahora, el segundo ataque decapitó efectivamente el mando local ruso al matar al nuevo comandante designado junto con más de 10 oficiales de alto rango, incluido su posible sucesor.

Funcionarios militares ucranianos confirmaron que estos ataques tenían como objetivo incapacitar las capacidades de mando y control rusas, ya que el nuevo comandante encabezaba la ofensiva más importante de Rusia, una operación que no había planeado y para la cual podría no estar capacitado para liderar a 100,000 soldados en una ofensiva multidireccional desde Velyka Novosilka hasta Pokrovsk.

El último ataque ucraniano también tuvo como objetivo el puesto de mando de la 20ª División de Fusileros Motorizados de Rusia, causando daños adicionales a las estructuras de mando rusas.

En general, las fuerzas rusas lograron identificar un punto débil en el perímetro suroeste de Pokrovsk e infiltrarlo brevemente con unidades de sabotaje. Sin embargo, la rápida reacción ucraniana combinada con vigilancia continua con drones neutralizó eficazmente estas amenazas antes de que Rusia pudiera capitalizar cualquier ganancia. Aunque los primeros intentos de asalto directo fueron rápidamente repelidos, la batalla por Pokrovsk ha comenzado de forma decisiva y probablemente se intensificará significativamente. Reconociendo el gran despliegue ruso en la región, con más de 100,000 soldados, los comandantes ucranianos han apuntado de forma proactiva a las concentraciones de tropas y las estructuras de mando. Estas medidas buscan interrumpir la cohesión operativa rusa y debilitar decisivamente su despliegue masivo de fuerzas, sentando las bases para una defensa exitosa continua que podría frenar el impulso ofensivo ruso.

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