Hoy hay muchas novedades importantes desde la Federación Rusa.
Aquí, en pleno corazón de Rusia, los ucranianos están lanzando ataques coordinados y de precisión para reducir la eficacia de los ataques con drones rusos contra Ucrania. Con ataques dirigidos a fábricas de fibra óptica y baterías, los ucranianos están apuntando a cada eslabón de la cadena de producción rusa que permite fabricar drones.

Recientemente, Rusia lanzó uno de sus ataques con drones más devastadores contra Ucrania, utilizando más de 400 drones, 40 misiles de crucero y 6 misiles balísticos. Esta escalada refleja el crecimiento de la producción de drones en Rusia, con más de 2.000 drones Shahed y 2.000 drones Garpiya al mes, además de miles de señuelos Gerbera para saturar las defensas aéreas ucranianas.

Aunque Ucrania mantiene una ventaja en cuanto a calidad, producción y adaptabilidad de drones, los ataques rusos siguen siendo un gran obstáculo, especialmente por su capacidad para producir en masa variantes letales con fibra óptica.
Ahora que está en marcha la ofensiva de verano rusa, los ucranianos entienden que deben reducir al máximo la producción de drones rusos. Para lograrlo, han lanzado una nueva campaña masiva de ataques con drones, cuyo objetivo es destruir la capacidad misma de Rusia para producir y desplegar drones FPV.

Recientemente, los ucranianos atacaron la planta Kronshtadt en la ciudad de Dubná, cerca de Moscú, colapsando el techo de la fábrica. Kronshtadt ha sido el centro del desarrollo de drones rusos durante 15 años, diseñando y fabricando sistemas avanzados para el ejército ruso.

Además, los ucranianos atacaron el parque tecnológico Elma en Zelenograd, al norte de Moscú, causando daños al edificio principal del complejo. Esta instalación, ubicada en el corazón de Zelenograd, alberga el desarrollo de tecnologías en informática, microelectrónica, robótica y medicina.


Justo antes de eso, los ucranianos atacaron la planta Energia en la ciudad de Yelets durante una incursión nocturna, que provocó una fuerte explosión visible a gran distancia. Imágenes satelitales revelaron daños significativos en la fábrica, con el techo parcialmente colapsado y el interior completamente incendiado. Esta planta se utiliza para fabricar baterías para drones, misiles, aviones y sistemas navales rusos.


Los ucranianos también atacaron la fábrica de fibra óptica en Saransk. Un impacto directo de un dron causó graves daños al edificio principal, que terminó en llamas. Para asegurar que la planta quedara fuera de servicio —siendo la única fábrica de fibra óptica en Rusia— los ucranianos lanzaron un segundo ataque justo después de que se completaran las reparaciones.


Esto fue acompañado por un ataque aún más devastador contra una fábrica oculta de ensamblaje de drones en la ciudad de Obujovo, en la región de Kaluga. Los ucranianos lograron impactar la planta y provocar grandes incendios y varias explosiones, lo que obligó a las autoridades locales a evacuar la zona.

También es importante recordar que, como se informó anteriormente, los ucranianos atacaron la enorme fábrica de drones en Yelabuga con seis bombas aéreas guiadas (FAB), la principal instalación rusa que produce la mayoría de los drones Shahed.

De esta manera, los ucranianos han atacado todos los segmentos de la cadena de producción de drones rusos: diseño, microelectrónica, producción de cableado de fibra óptica, baterías y líneas de ensamblaje final.

Esto se traducirá directamente en una menor cantidad de drones Shahed y FPV que Rusia podrá lanzar, lo que significa que los ataques con drones serán más manejables para las defensas aéreas ucranianas, reduciendo exponencialmente las bajas civiles. Las tácticas rusas también dependen cada vez más del uso de drones tácticos y de reconocimiento, especialmente para cortar líneas logísticas ucranianas y rutas de refuerzo.

Si los ucranianos logran mantener su campaña de ataques y debilitar aún más la producción rusa, eso se traducirá en que los soldados ucranianos en el frente tendrán menos drones que enfrentar. Esto permitirá mantener líneas defensivas más estables, con un flujo constante de suministros, refuerzos y rotaciones, lo cual es crucial para que Ucrania pueda resistir eficazmente la ofensiva de verano rusa.

En conjunto, los ucranianos están llevando a cabo una campaña de ataques en lo profundo del territorio ruso con el objetivo de asestar golpes devastadores a la producción de drones, lo que reducirá la intensidad de los ataques contra la infraestructura civil y militar ucraniana. La disminución en la cantidad de drones lanzados, sumada al trabajo de la defensa aérea ucraniana, llevará a una situación en la que el impacto de esos ataques se verá reducido al mínimo.

La reducción de operaciones con drones también aliviará la presión sobre la logística ucraniana, que ha estado sufriendo debido a ataques con drones de fibra óptica, y permitirá que las fuerzas en las posiciones más críticas del frente puedan reforzarse y atrincherarse adecuadamente.

Comentarios