Hoy, la noticia más importante proviene del Cáucaso.
Aquí, mientras Georgia muestra su fuerza al acoger ejercicios militares a gran escala de la OTAN, ya no oculta su deseo de liberarse de la influencia rusa. La participación de tropas ucranianas, curtidas en batalla y con una amplia experiencia en la guerra con drones, ha intensificado aún más las ansiedades rusas, sugiriendo una amenaza creciente que podría desafiar a Moscú desde el sur.

El ejercicio militar de la OTAN Agile Spirit 2025, que comenzó recientemente en Turquía y Georgia, fortalece los lazos y la coordinación entre fuerzas de la OTAN y fuerzas no pertenecientes a la alianza en el sur del Cáucaso. Las fuerzas de la OTAN incluyen soldados de 12 países miembros, así como de Georgia, Moldavia y, notablemente, Ucrania como participantes no pertenecientes a la OTAN, mientras que Armenia y Japón participan como observadores. Agile Spirit comprende entrenamiento de mando y estado mayor, ejercicios de campo, demostraciones de fuego real e intercambio de conocimientos y experiencias entre los participantes. El ejercicio se centra en mejorar la interoperabilidad entre fuerzas de la OTAN y países no pertenecientes a la OTAN alineados con Occidente, con el fin de aumentar la coordinación y capacidades de combate ante posibles acciones militares rusas en el Cáucaso Sur y una eventual intervención de la OTAN.

El deseo de Georgia de acoger estos ejercicios no surge de la nada; cabe señalar que Rusia ha utilizado tácticas similares para mantener a Georgia en su órbita, como lo hizo con Ucrania. Rusia patrocina a las regiones separatistas de Abjasia y Osetia del Sur con financiación, soldados y armas para evitar que Georgia se acerque a Occidente, de manera similar a los movimientos separatistas en Donetsk en 2014 en Ucrania.

Desde entonces, Rusia ha utilizado su posición en estas regiones para intimidar y amenazar a Georgia, con más de 54 casos documentados de soldados rusos moviendo continuamente los puestos fronterizos, anexionando y dividiendo pueblos y comunidades georgianas enteras, por mencionar solo un ejemplo. Esto ha generado un gran resentimiento entre la población georgiana contra Rusia, y muchos no quieren quedarse de brazos cruzados mientras Moscú continúa su guerra en Ucrania y amenaza con hacer lo mismo en su país.

Dado que el objetivo de estos ejercicios militares es mejorar la preparación para el combate específicamente contra una amenaza rusa, la participación de Ucrania en el ejercicio de la OTAN no es insignificante, y muchos analistas rusos temen que esto pueda dar lugar a una grave amenaza desde el sur. La experiencia de más de una década de Ucrania luchando contra el ejército ruso es un tesoro de información para las fuerzas aliadas. Compartir con los aliados la experiencia ucraniana en la conducción y neutralización de la guerra moderna con drones permitirá a Georgia prepararse mejor frente a cualquier amenaza militar o híbrida procedente de la Federación Rusa. Además, Ucrania podría fácilmente equipar a Georgia con su tecnología de drones y experiencia en producción, proporcionando al país todos los medios necesarios para contrarrestar al ejército ruso en un conflicto directo. En esencia, una preparación adecuada por parte de Georgia para un conflicto con Rusia significaría que ya no sería un blanco fácil para una expansión rusa, en caso de que Moscú intentara mantener su influencia por medios militares.

Georgia incluso podría decidir seguir el mismo camino que Siria y Azerbaiyán, aprovechando que el ejército ruso está demasiado ocupado con la guerra en Ucrania para intervenir. De manera similar a como los rebeldes sirios aprovecharon la negligencia rusa para derrocar al régimen de Assad, y como Azerbaiyán ganó varias guerras y ofensivas contra el antiguo aliado ruso Armenia, Georgia podría buscar aplicar sus nuevas tácticas y tecnologías para recuperar los territorios perdidos en el norte.

Militarmente, Georgia ya tendría la capacidad de derrotar a ambas regiones separatistas en un enfrentamiento directo, contando con suficiente personal, blindados, artillería y apoyo aéreo para arrollar a las dos regiones. Sin embargo, el apoyo tecnológico y la experiencia táctica de Ucrania garantizarían que Georgia pudiera recuperar sus tierras, así como resistir en caso de que Rusia lograra llevar a cabo una intervención limitada, algo que las fuerzas rusas notablemente no pudieron hacer ni en Siria ni contra Azerbaiyán.

En resumen, la participación de Ucrania en los ejercicios Agile Spirit de este año promete dotar a Georgia de la capacidad para hacer frente de manera independiente a la agresión rusa. Aprendiendo de la vasta experiencia de Ucrania en la lucha contra Rusia, Georgia incluso podría recuperar los territorios separatistas que Moscú ha usado durante años para mantener el control sobre esta nación del Cáucaso. Ante el temor de sufrir el mismo destino que Ucrania, este país estratégicamente importante tiene aún más razones para enfrentarse a la agresión rusa antes de que Moscú apriete el gatillo.

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