La fábrica de tanques más grande de Rusia implosiona, divisiones completas cierran
El motor industrial de Rusia comienza a mostrar grietas justo en el momento en que el Kremlin afirma que su economía de guerra es más fuerte que nunca. Detrás de los titulares sobre el aumento en la producción de armas se esconde un sistema tensionado por sanciones, escasez y recursos cada vez más limitados. La presión está alcanzando ahora incluso a las empresas de defensa más cruciales del país, lo que plantea dudas sobre cuánto tiempo podrá Moscú sostener una producción a gran escala. Lo que antes parecía una movilización imparable se está convirtiendo en una lucha por mantener las fábricas en funcionamiento. Las señales que emergen de los centros industriales de Rusia sugieren que los límites de su economía de guerra ya no son teóricos, sino que se acercan rápidamente. Estos desarrollos apuntan a una vulnerabilidad más profunda que podría moldear la trayectoria a largo plazo de la guerra más que cualquier acontecimiento específico en el campo de batalla.

0 Comentarios