Hoy llegan muchas noticias importantes desde Ucrania.
Aquí, mientras Ucrania incrementa su capacidad de ataques de largo alcance, se está gestando un gran avance, con financiación alemana impulsando el primer lanzamiento de un misil hipersónico ucraniano. Con el respaldo de un paquete de defensa de cinco mil millones de euros, el misil hipersónico Hrim-2 de Ucrania entra ahora en producción en serie, marcando un audaz nuevo capítulo en la capacidad de Ucrania para golpear profundamente en territorio ruso.

Ucrania ha anunciado oficialmente el desarrollo de su propio misil balístico de producción nacional, el HRIM-2. Tras más de una década de progresos interrumpidos debido a problemas de financiación, el sistema de misiles entra ahora en producción en serie, acelerado por el apoyo militar y financiero internacional desde el inicio de la guerra a gran escala.
Cabe destacar que Alemania ha proporcionado un nuevo paquete de defensa de cinco mil millones de euros, que incluye importantes inversiones en la producción nacional de sistemas ucranianos de armas de largo alcance, incluido el desarrollo y producción del nuevo misil balístico. Esta ayuda permitió a los ucranianos no solo desarrollar el misil, sino también iniciar su producción en serie inmediatamente después.

El Ministerio de Defensa de Ucrania también anunció que ya se había llevado a cabo una prueba de campo exitosa del misil. Los ucranianos compartieron imágenes de este ataque, añadiendo que se utilizó para destruir un puesto de mando ruso en la orilla oriental del delta del río Dnipró.


Esto significa que el sistema Hrim-2 está probado en combate y totalmente operativo, abriendo la posibilidad de un número creciente de ataques de precisión similares contra objetivos militares rusos detrás de las líneas del frente.

El Hrim-2 se lanza desde un vehículo terrestre especializado que lo dispara al aire mediante un motor cohete de combustible sólido, antes de seguir una trayectoria balística hacia un objetivo estacionario. El Hrim-2 tiene un alcance operativo de 300 kilómetros y puede alcanzar velocidades de hasta Mach 5,2, o casi 1,8 kilómetros por segundo, lo que lo convierte en un misil hipersónico. La ojiva de 400 kilogramos permite la destrucción de búnkeres fortificados, centros logísticos, bases aéreas y depósitos de municiones, especialmente porque estos son objetivos fijos fáciles de localizar.

La capacidad del Hrim-2 de portar una ojiva pesada para ataques dentro de un radio de 300 kilómetros representa un gran salto para la capacidad ucraniana de ataques de precisión, ya que la ojiva es el doble de grande que la del sistema Atacms, del cual Ucrania dependía anteriormente para ataques similares.

Curiosamente, estas capacidades lo acercan considerablemente a los misiles balísticos rusos Iskander, que tienen una carga útil similar de alrededor de 400 kilogramos, mientras que el Hrim-2 ucraniano podría pronto igualar o incluso superar el alcance de 400 kilómetros de los misiles rusos a medida que avance su desarrollo.

El hecho de que se lance desde un vehículo de transporte móvil da a los ucranianos la capacidad de moverse rápidamente a una posición de disparo, lanzar el misil a cientos de kilómetros del frente y retirarse antes de que los rusos puedan contraatacar.

Su enorme velocidad de 1,8 kilómetros por segundo es casi el doble que la de los Atacms, y le permite alcanzar su máximo alcance en menos de 3 minutos. Además, aunque las defensas aéreas rusas como los sistemas S-300 y S-400 pueden interceptar objetivos a esa velocidad sobre el papel, al entrar en el rango hipersónico, una intercepción exitosa se vuelve cada vez menos probable.


El hecho de que el misil balístico Hrim-2 sea un producto completamente nacional de la industria militar ucraniana, sin dependencia de componentes extranjeros, permite producirlo y lanzarlo rápidamente en grandes cantidades, con un coste de 3 millones de dólares estadounidenses, o 2,6 millones de euros, por unidad.

El paquete de defensa de 5 mil millones de euros también asegura financiación para los drones de ataque de largo alcance ucranianos, drones FPV y drones interceptores.

Cabe destacar que esto también permitirá a Ucrania aumentar significativamente la producción de los drones de ataque de largo alcance Liyuti, con un alcance de 2.000 kilómetros; los drones-misil Bars, con un alcance de 800 kilómetros; y los Flamingo, interceptores de alta velocidad, que son una forma extremadamente rentable de interceptar los cientos de Shaheds que Rusia lanza diariamente contra Ucrania.

En conjunto, los ucranianos están desarrollando rápidamente sus capacidades de ataque de precisión en profundidad, impulsados por una financiación masiva alemana. Es probable que la financiación adicional a la industria militar ucraniana continúe, a medida que Alemania y el resto de la OTAN presencien el potencial y la eficacia de los ataques de precisión de largo alcance de Ucrania.

Mientras tanto, Ucrania ya tiene un arma nueva y poderosa lista, con los primeros misiles saliendo de la línea de producción.

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