Hoy hay importantes novedades desde la dirección de Pokrovsk.
Aquí, los rusos creyeron sus propios titulares y pensaron que finalmente habían asegurado una manera de acercarse a Pokrovsk con seguridad. Bajo la apariencia de mal tiempo, lograron grabar un video simbólico, pero pocos momentos después se llevaron una desagradable sorpresa por parte de los operadores de drones ucranianos.

Un video ruso ampliamente difundido mostraba una larga columna de refuerzos avanzando hacia la ciudad a través de la niebla matutina, desfilando sin oposición y proyectando confianza, como si se hubiera establecido una línea de comunicación terrestre segura.

A pesar de ello, incluso analistas rusos admitieron que tal movimiento solo es posible bajo una niebla extremadamente densa y mala visibilidad; de lo contrario, cada vehículo sería detectado y destruido de inmediato por ataques ucranianos con drones FPV.


Los rusos utilizaron la niebla como un manto para infiltrarse por lo que esperaban sería un corredor seguro, pero su ilusión de seguridad no duró mucho, y las imágenes por sí solas no cuentan toda la historia de cómo se desarrollaron los hechos ni por qué el mando ruso eligió esta táctica. Cuando la niebla se disipó, la verdad se hizo evidente: los operadores ucranianos de drones detectaron inmediatamente a los rusos en la carretera y comenzaron la caza. Las imágenes geolocalizadas muestran la columna de desfile rusa siendo destrozada en cuestión de minutos, con las motocicletas filmadas previamente ahora ardiendo en las calles. Al menos una docena de vehículos y buggies fueron destruidos, sus explosiones iluminando las ruinas del sur de Pokrovsk, y una vez que los operadores ucranianos fijaron sus objetivos, no había dónde esconderse.

Los pocos sobrevivientes enfrentaron una pesadilla propia, ya que Pokrovsk se ha convertido en una trampa mortal para los infiltrados rusos, donde cualquier signo de vida es cazado por drones ucranianos. Los operadores ucranianos coordinan ahora múltiples drones en tiempo real, como se confirma en el video de soldados rusos escondidos en un edificio, que captura sus últimos momentos en pánico.

Dos drones ucranianos atacan la entrada, creando una apertura para un tercero que vuela hacia el interior y explota cerca de un soldado ruso, hiriéndolo de muerte mientras intenta aplicar un cuestionable torniquete rojo de goma, visible en muchos soldados rusos muertos.


Otra grabación con dron muestra a los operadores escaneando las ruinas en busca de firmas térmicas —cazando grupos rusos aislados que pudieron haberse infiltrado bajo la niebla.

La columna rusa enviada para demostrar control estaba condenada desde el inicio, ya que los oficiales obligaron a sus tropas a tomar una ruta de alto riesgo, peligrosamente expuesta al fuego ucraniano desde Myrnohrad. Creían que si llegaban a Pokrovsk intactos, probarían que el área estaba completamente asegurada, tal como afirmaban los analistas militares rusos. Pero fue un error sin lógica militar que resultó fatal, con soldados masacrados tras una orden suicida. Un segundo video ruso, filmado por un soldado en estado de shock, lo confirma, mientras llora frente a la cámara diciendo que Pokrovsk es una zona de muerte. Se queja de que no hay refugio, ni coordinación, cadáveres por todas partes y todo es un caos. Su tono refleja el estado de un ejército sin cohesión, atrapado entre el fuego ucraniano y la crueldad de sus propios comandantes.

Según el 7.º Cuerpo de Asalto Aéreo ucraniano, hay más de 300 rusos actualmente en Pokrovsk, cuyo objetivo sigue siendo alcanzar las fronteras norte de la ciudad e intentar rodear la aglomeración con Myrnohrad.

Fuentes rusas reportan otros números, pero en cualquier caso, los que están dentro están aislados, muriendo lentamente en lo que se ha convertido en una zona de muerte y una guerra de sombras, en la que incluso una calle completa o un par de hectáreas de bosque pueden ser controladas por dos hombres y doscientos drones.

Mientras tanto, los ingenieros ucranianos continúan minando cada aproximación, con otro video ruso que captura el momento en que un tanque avanza hacia una posición de disparo cerca de Pokrovsk, solo para detonar una mina segundos después de entrar al área abierta. La explosión lanza escombros, recordando que ningún vehículo ruso, ya sea tanque o motocicleta, puede moverse libremente cerca de la ciudad, y cada intento de enviar suministros o refuerzos termina en destrucción.

En general, la defensa ucraniana ha convertido Pokrovsk en una zona de muerte, de la misma manera que antes lo fueron los campos al sur. El ejército ucraniano mantiene su estrategia de contener a los rusos por debajo de la línea del ferrocarril, negarles movimiento y aniquilar todo lo que se acerque a la ciudad. Al combinar la guerra de drones de precisión con operaciones de minado implacables, los defensores han convertido Pokrovsk en una trampa que consume a cada soldado ruso que se atreve a entrar.


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