Hoy hablaremos de los desarrollos más relevantes a lo largo de la línea del frente, con foco en Sumy, Lyman, Chasiv Yar y Pokrovsk.

En el sector de Sumy, las fuerzas ucranianas continúan ampliando su impulso, realizando incursiones más allá de Kindrativka y Andriivka y aumentando la presión sobre las posiciones rusas, con fuentes rusas que confirman el deterioro de la situación en Oleksiivka. A medida que las tropas ucranianas se abren paso, han asegurado el control de la mitad sur de Yunakivka y ahora buscan limpiar la mitad norte del asentamiento. Con el frente desmoronándose, los mandos rusos están desplegando reservas apresuradamente, intentando tapar brechas con simple mano de obra.
A pesar de estas medidas, las fuerzas ucranianas siguen a la ofensiva, despejando sistemáticamente zonas en disputa y amenazando con fracturar las defensas rusas. Analistas rusos advierten ahora sobre un posible colapso, lo que ha provocado un fuerte aumento de la actividad de drones rusos. Unidades de guerra electrónica de la 47.ª Brigada Mecanizada de Ucrania reportan un incremento notable en el uso de drones FPV rusos, con aproximadamente un 30% guiados por fibra óptica para contrarrestar la interferencia. Aun así, los ucranianos avanzan de manera constante, y los rusos parecen depender cada vez más de tácticas desesperadas con drones para frenar lo que podría convertirse en una retirada incontrolable en toda la región.

Pasando al sector de Lyman, las fuerzas rusas están intensificando su ofensiva con asaltos continuos destinados a capturar Torske desde múltiples direcciones. Las tropas de la 63.ª Brigada Mecanizada ucraniana enfrentan una presión intensa, ya que los rusos emplean grandes cantidades de infantería y han logrado adentrarse en el borde del bosque de Serebryanka, expandiendo la zona gris hasta las afueras de Torske. A pesar del asedio, los defensores ucranianos siguen firmes, confiando en gran medida en drones para eliminar a las unidades rusas que avanzan.

Los vehículos blindados solo se despliegan cuando los rusos logran atrincherarse en edificios, minimizando la exposición ucraniana y maximizando las bajas enemigas. La situación sigue siendo crítica, con las fuerzas rusas intentando abrumar a los defensores mediante pura cantidad.


Aun así, la 63.ª Brigada muestra una resiliencia notable, rechazando oleada tras oleada con precisión y disciplina táctica. Está por verse si esta defensa podrá sostenerse, pero por ahora, la línea ucraniana cerca de Torske se mantiene, y las esperanzas rusas de una ruptura se siguen estrellando contra un muro de fuego.

En el sector de Chasiv Yar, las unidades aerotransportadas rusas han reanudado operaciones ofensivas con el objetivo de tomar la ciudad tras meses de avances estancados. Su última táctica consiste en realizar misiones de colocación de banderas en distintos barrios, diseñadas para generar imágenes llamativas y sembrar confusión sobre los resultados en el campo de batalla. Estas operaciones son suicidas, con la promesa de licencia de combate solo para quienes sobrevivan, lo que las convierte en una apuesta desesperada en medio del renovado empuje ruso, y muchos soldados rusos participan sabiendo que probablemente no sobrevivirán a una nueva ofensiva aquí. Los defensores ucranianos han respondido con precisión, atacando a estos escuadrones propagandísticos con drones FPV y municiones lanzadas por drones antes de que puedan asegurar posiciones.

Hasta ahora, cada intento ruso de escenificar una “victoria” simbólica dentro de Chasiv Yar ha terminado en destrucción. Aunque estas puestas en escena puedan servir a objetivos mediáticos a corto plazo, exponen la incapacidad rusa de lograr avances reales sobre el terreno. Las fuerzas ucranianas mantienen un control firme, desmantelando tanto los asaltos como la desinformación que los acompaña, asegurando que la parte ucraniana de Chasiv Yar no caiga ni por ilusión ni por fuerza.

En el sector de Pokrovsk, la actividad rusa en Zvirove sigue siendo intensa, y sus fuerzas han entrado en Novoukrainka, asegurando los accesos al pueblo y creando posibles puntos de entrada para equipos de reconocimiento y sabotaje. En el flanco oriental, los rusos lograron avanzar por una línea de árboles al oeste de Fedorivka, mientras la estrategia rusa general refleja intentos previos de cerco. Las rutas de suministro ucranianas hacia Pokrovsk están cada vez más amenazadas, mientras los operadores de drones ucranianos infligen grandes pérdidas a las unidades rusas en avance para evitar un empeoramiento de la situación.

Para reforzar las defensas, Ucrania ha redistribuido a la 2.ª Legión Internacional, compuesta por exfuerzas especiales de la OTAN, para fortalecer el flanco oriental de la ciudad, y se espera que su presencia aumente significativamente las bajas rusas. Con ambos bandos preparándose para una batalla más amplia en los flancos, las fuerzas ucranianas siguen decididas a mantener el control de la ciudad y sus alrededores, utilizando guerra con drones e infantería de élite para evitar una penetración rusa más profunda en este sector crítico, ya que si los rusos logran establecerse en el área urbana, las oleadas de infantería serían casi imposibles de contener.

En general, al norte de Sumy, los rusos no logran mantener la línea, y algunos analistas rusos advierten sobre un posible colapso total del frente mientras los ucranianos siguen recuperando más territorio.

Mientras tanto, en el sector de Lyman, las tropas rusas han logrado ampliar la zona gris cerca de Torske, pero continúan siendo rechazadas por los defensores ucranianos.

Dentro de Chasiv Yar, los drones ucranianos están eliminando a los grupos de asalto rusos que intentan montar sesiones fotográficas con banderas y reclamar la captura de la ciudad, ya que una nueva ofensiva aquí resultaría en una embestida brutal.

En las afueras de Pokrovsk, los ucranianos han desplegado más fuerzas de élite para impedir que los rusos establezcan una ruta directa hacia el interior de la ciudad.

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