La modernización de la artillería de largo alcance rusa no puede cerrar la brecha tecnológica de precisión
Hi-Mars se ha convertido en un factor decisivo en Ucrania, realizando ataques rápidos y precisos que han expuesto debilidades críticas en la logística rusa. La respuesta de Rusia, el sistema de artillería Sarma, busca emular su desempeño, pero queda corto en alcance, precisión y flexibilidad operativa. Aunque la Sarma transporta cohetes más pesados y municiones experimentales, no puede igualar la integración digital ni la coordinación de nivel OTAN de Hi-Mars. Su recarga más lenta y la dependencia de estructuras obsoletas reducen su supervivencia y utilidad táctica en la guerra moderna. La inversión de Rusia en Sarma demuestra tanto su ambición como las limitaciones que enfrenta al intentar replicar tecnología occidental avanzada. Por el momento, Sarma es más un símbolo de intención que un igual en el campo de batalla.

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