Hoy hay muchas novedades interesantes desde la Federación Rusa.
Aquí, tras el mayor ataque con misiles de Rusia en toda la guerra, Ucrania lanzó una respuesta atronadora que sacudió el corazón del territorio ruso. Mientras los drones se abalanzaban sobre objetivos estratégicos y el pánico se apoderaba de los cielos sobre Moscú, incluso Vladímir Putin se encontró peligrosamente cerca de la línea de fuego.

Incluso mientras se llevaba a cabo el intercambio de prisioneros de guerra de 1.000 por 1.000, tal como se acordó en Estambul, los rusos lanzaron una masiva campaña de ataques con drones y misiles dirigida contra civiles ucranianos e infraestructura crítica.

El ataque ruso consistió en casi 300 drones y 69 misiles guiados, lo que lo convierte en el mayor ataque lanzado en un solo día, con una campaña que se prolongó durante más de 3 días utilizando casi 1.000 drones en total.

Los ucranianos respondieron con un masivo ataque con drones propio, dirigido contra infraestructuras militares y económicas rusas clave utilizadas para el lanzamiento y la producción de drones y misiles. La intensidad del ataque ucraniano provocó tal caos que una docena de aviones del gobierno ruso, presumiblemente con funcionarios a bordo, volaron desde Moscú hacia las ciudades orientales de Samara y Kazán, probablemente para evitar ser alcanzados por ataques de precisión.

En el momento del ataque, el presidente ruso Putin se encontraba en un helicóptero, probablemente para evitar convertirse en víctima de los masivos bombardeos ucranianos en tierra.

Sin embargo, el comandante de las fuerzas de defensa aérea rusas, Yuri Dashkin, confirmó que Putin estuvo a punto de morir, ya que su helicóptero terminó en medio de los esfuerzos rusos por repeler los drones ucranianos. Incidentes tan cercanos y una incompetencia evidente son frecuentes, ya que anteriormente han derribado no solo sus propios cazas, sino también varios aviones civiles.


Otro video desde Moscú muestra a un avión civil ruso atrapado en el fuego antiaéreo ruso desde tierra, evitando por poco ser alcanzado tras haber sido confundido con un dron ucraniano de gran tamaño. Tal caos, sumado a los ataques ucranianos contra aeródromos militares en la zona, obligó al gobierno ruso a cerrar todos los aeropuertos en la región de Moscú y otras grandes ciudades durante el día.


Durante la última semana, los ucranianos lanzaron intensos ataques que obligaron a los aeropuertos rusos a mantener todos sus vuelos civiles en tierra. Si los ucranianos logran mantener la aviación civil rusa paralizada, no solo impedirán el desplazamiento de la población civil, sino también el flujo y exportación de mercancías por todo el país.

Por eso, los ucranianos llevaron a cabo intensos ataques con drones para forzar el cierre de la aviación civil en los principales aeropuertos de las regiones de Moscú y Kaluga. Los ataques ucranianos impactaron adecuadamente en infraestructuras clave tanto económicas como militares, incluida una fábrica de baterías en la ciudad de Yelets, tal como lo confirmó la observación satelital. Las baterías producidas en esta planta se utilizan en la industria militar rusa, incluidos misiles guiados, lo que podría retrasar indirectamente futuros ataques rusos.


Además, dos plantas químicas en las ciudades de Kíneshma y Tula fueron alcanzadas por drones ucranianos, con grabaciones que confirman el impacto directo en dichas instalaciones. Estas plantas químicas están directamente vinculadas a la industria militar rusa, ya que producen ácido nítrico, nitrato de amonio, TNT y RDX, componentes esenciales para fabricar misiles, proyectiles de artillería y minas terrestres. Los ataques contra estas plantas interrumpen significativamente la producción rusa de sistemas de armas y municiones. Estos ataques no son casualidad, ya que cualquier interrupción alivia la presión sobre la infantería ucraniana en el frente, especialmente mientras Rusia se prepara para lanzar una ofensiva total este verano.


Además, los ucranianos atacaron la fábrica de tractores Skaut en Tula, después de que la inteligencia militar ucraniana descubriera que dicha planta estaba siendo utilizada en secreto para producir piezas para sistemas de artillería y camiones logísticos del ejército ruso.


En resumen, el mayor ataque con misiles rusos contra Ucrania no pasó sin una represalia ucraniana aún más devastadora, que resultó en ataques exitosos contra industrias militares clave rusas y en la cancelación del tráfico aéreo.

La continuación de estos ataques por parte de Ucrania podría ocasionar golpes devastadores a la industria bélica rusa, debilitando en consecuencia la capacidad de Rusia para llevar a cabo ofensivas intensas durante su ofensiva de verano planificada.

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