Hoy, las noticias más importantes provienen de Ucrania.
Tres años y medio de guerra han demostrado que las líneas defensivas siguen siendo una parte vital de la defensa del territorio. Ahora, se están construyendo nuevas defensas a un ritmo sin precedentes, con diseños basados en la experiencia y adaptados a la realidad del campo de batalla moderno.

Uno de los objetivos estratégicos principales de Rusia en la guerra es capturar la totalidad de la región de Donetsk. Actualmente, controlan el 70 % de la región, pero el 30 % restante está protegido por ciudades fortificadas. El cinturón de fortalezas es una cadena de 50 kilómetros de largo que incluye 4 ciudades grandes desde Slovyansk, pasando por Kramatorsk, con varias ciudades y asentamientos más pequeños a lo largo de la carretera H-20, incluyendo Druzhkivka hasta Kostyantynivka. Es un importante centro logístico en la región, con fortificaciones significativas que se han reforzado y mejorado desde abril de 2014.

Los principales esfuerzos de Rusia en el flanco oriental de Pokrovsk también sirven como plataforma de lanzamiento para girar hacia el noreste y avanzar hacia la línea desde el oeste. Desde el norte, Rusia intenta atacar Lyman para poder moverse hacia Slovyansk. Y desde el este, los rusos intentan acercarse al cinturón a través de Chasiv Yar y Siversk. Sin embargo, estos esfuerzos avanzan a paso de tortuga, y varios analistas militares dudan de la capacidad de Rusia para tomar esto por la fuerza, lo que explica por qué las demandas rusas actuales de alto el fuego incluyen que Ucrania ceda este cinturón de fortalezas, junto con el resto de la región de Donetsk.

Esto demuestra que incluso Rusia tiene que reconocer que el cinturón de ciudades fortificadas en el norte de Donetsk se ha vuelto extremadamente efectivo. Por ello, Ucrania está ampliando esta línea de defensa, extendiéndola desde Zaporizhia hasta Járkiv a lo largo del frente de más de 2.000 kilómetros.

La estructura defensiva planificada será de tres líneas, con la primera consistiendo en campos de minas, zanjas antitanque y obstáculos antitanque tipo “dientes de dragón” para detener los asaltos blindados y obligar a la infantería rusa a desmontar y despejar los obstáculos, mientras que bunkers de hormigón reforzado dispersos en zonas de fuego y drones los atacan.

La segunda línea consiste en trincheras con protección superior, refugios subterráneos y nidos de ametralladora. Estos puntos de defensa sirven como protección mientras permiten a los defensores enfrentarse a las fuerzas de infantería que avanzan.

La tercera línea es una reserva, en caso de que el enemigo rompa las dos primeras líneas, con posiciones de artillería y morteros apuntadas a las tres líneas para proporcionar apoyo de fuego. Sin embargo, los rusos se están quedando sin tanques y blindados, y dependen cada vez más de ataques masivos de infantería apoyados únicamente por drones FPV, por lo que Ucrania tuvo que cambiar su enfoque en la construcción de líneas defensivas.

Las nuevas estructuras defensivas son mucho más pequeñas que los puntos fuertes anteriores, para que puedan ser adecuadamente ocupadas con el reducido número de tropas disponibles de Ucrania. También están construidas con protección superior para resguardar a los soldados de drones FPV, municiones lanzadas por drones y metralla. Esto es cada vez más importante porque los rusos utilizan cada vez más drones de fibra óptica con alcances extendidos. Estos drones no pueden ser bloqueados por los sistemas de guerra electrónica ucranianos, por lo que los infantes deben estar físicamente protegidos de esta nueva amenaza aérea.

También se están utilizando redes protectoras en la línea del frente y sobre rutas logísticas, que dificultan que los drones rusos vuelen cerca y apunten a soldados o vehículos individuales. El último diseño de fortificación permite a Ucrania dispersar fuerzas y cubrir más área, monitoreando el frente de 2.000 kilómetros de manera más fácil y efectiva con menos soldados. El nuevo diseño asegura que las fortificaciones sean más difíciles de detectar y destruir con un solo ataque, mientras que su tamaño reducido también facilita su camuflaje.

Los puntos fuertes más pequeños también permiten zonas de fuego más efectivas, porque permiten a los ucranianos crear disparos cruzados más específicos y atraer a los rusos hacia campos de minas. Los defensores también pueden cambiar de posición más rápidamente y rotar hacia otras fortificaciones para reforzarlas, si es necesario.

En general, el objetivo de Rusia de anexar el resto de la región de Donetsk dependerá del cinturón de fortalezas. La ofensiva de verano no logró ningún avance sustancial, y con el ritmo actual de los ataques, se necesitarían años y cientos de miles de bajas para sitiar estos castillos modernos. Al oeste del cinturón de fortalezas, nuevas líneas defensivas con el último diseño harán aún más difícil que los rusos lleven a cabo operaciones ofensivas. Ucrania se está adaptando con éxito a la nueva era de la guerra, aprovechando no solo las características geográficas, sino también las fortificaciones construidas por el hombre.

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