Hoy, la noticia más importante llega desde Ucrania.
Aquí, tras meses de especulación, Ucrania ha confirmado que el misil de crucero Flamingo no solo está operativo, sino que ya se encuentra en producción en serie. Esto marca la primera vez que Ucrania logra la producción masiva de un arma estratégica capaz de alcanzar profundamente el territorio ruso sin necesidad de proveedores extranjeros ni limitaciones de exportación.

El misil Flamingo, también denominado FP-5, tiene un alcance confirmado de más de 3.000 kilómetros, una capacidad de carga de guerra de alrededor de 1.000 a 1.150 kilogramos y una velocidad de crucero de aproximadamente 850 a 950 kilómetros por hora. Está guiado por GPS/INS, con un margen de precisión reportado de 10 a 14 metros incluso a su alcance máximo. Se lanza desde tierra mediante una plataforma sobre remolque, lo que permite un despliegue rápido y un fácil ocultamiento.


Las autoridades señalan que la producción comenzó a mediados de 2025, y Fire Point, uno de los principales fabricantes de Ucrania, ya construye uno por día, con el objetivo de alcanzar siete diarios para octubre. Imágenes de la línea de ensamblaje muestran misiles Flamingo cargados en lanzadores móviles, con funcionarios confirmando la producción diaria y los planes para expandirla por siete.


Lo que hace al sistema tan significativo es su potencial para reemplazar las existencias limitadas de misiles Storm Shadow y ATACMS, ambos de suministro extranjero y sujetos a restricciones políticas.

Esto convierte al Flamingo en la primera alternativa doméstica viable de Ucrania frente a los ATACMS y Storm Shadow, y la comparación es importante. El ATACMS ofrece alta precisión, pero tiene un alcance limitado de 300 kilómetros y solo se han entregado unas pocas decenas. El Storm Shadow y su variante francesa, SCALP, ofrecen un mayor alcance, de 250 a 560 kilómetros, pero son caros, lentos de reponer y dependen de aviones de la OTAN, por lo que Ucrania no puede fabricarlos por sí misma. El Flamingo, en cambio, se lanza desde tierra, se produce localmente y está totalmente bajo control de Kiev.

Por primera vez, Ucrania cuenta con una opción de ataque de largo alcance que puede producir en volumen sin necesidad de aprobación externa. Incluso si es menos refinado que los sistemas de la OTAN, la combinación del Flamingo de alcance, carga útil y ahora bajo costo le otorga una ventaja distintiva. Ingenieros ucranianos señalan que es resistente a la guerra electrónica, utiliza un diseño modular que permite actualizaciones y tiene mejor eficiencia de combustible que diseños anteriores.

Estas características aumentan la probabilidad de que supere las defensas aéreas rusas, especialmente en áreas de retaguardia donde el nivel de preparación es menor. La escala de producción nacional puede ser el factor más importante, ya que el problema de Ucrania nunca fue solo el alcance, sino la cantidad. Las existencias limitadas de misiles occidentales significaban que cada ataque debía contar, y con el Flamingo esa restricción desaparece. Si la producción diaria alcanza siete para octubre, Ucrania podría tener más de 200 misiles listos para fin de año. Eso abre la puerta a ataques de saturación, golpes repetidos contra objetivos clave y ofensivas paralelas en múltiples regiones, desde Crimea hasta Bélgorod y más allá. También cambia el panorama psicológico, ya que Rusia asumía desde hace tiempo que la capacidad de Ucrania de atacar en profundidad estaría limitada por la cautela política de la OTAN.

El Flamingo rompe esa lógica y, hasta ahora, los intentos rusos de localizar y destruir sus sitios de producción han fracasado. Moscú afirmó haber encontrado la fábrica basándose en imágenes filtradas, pero análisis posteriores demostraron que habían identificado erróneamente un almacén civil. La estrategia ucraniana de instalaciones dispersas, reforzadas y anónimas está funcionando, y Rusia está golpeando los edificios equivocados. En un plano más amplio, Flamingo señala el paso de Ucrania de la adaptación a la autosuficiencia, y tras años de depender de sistemas importados, Kiev está construyendo armas de alcance global, algunas con influencia occidental, otras totalmente domésticas, pero todas adaptadas a la realidad de la guerra. Lo que importa no es de dónde vino la idea, sino que funciona y puede construirse rápidamente.

En conjunto, el misil Flamingo marca un punto de inflexión estratégico: su alcance pone a la mitad de Rusia al alcance, su escala de producción amenaza con saturar las defensas enemigas y su origen nacional lo libera de limitaciones políticas. Por primera vez, Ucrania cuenta con un elemento de disuasión de largo alcance que no puede ser pausado, retrasado ni vetado, y ese cambio puede moldear el curso de la guerra mucho más que cualquier ataque aislado.

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